Guía para principiantes de Magic: The Gathering: cómo jugar y armar tu primer mazo

Magic: The Gathering (o MTG) es el juego de cartas coleccionables más famoso del mundo. Nació en 1993 y desde entonces atrapó a millones de jugadores en todo el planeta. La idea es simple: cada jugador comienza con 20 puntos de vida y el objetivo es reducir los del rival a 0.

Suena fácil, pero lo increíble es que existen miles de formas de lograrlo. Esa mezcla de estrategia, azar y creatividad es lo que convierte a Magic en un viaje infinito.

En mi caso, lo que me enganchó fue la fantasía de ser un Planeswalker, un mago poderoso que invoca criaturas, lanza hechizos y manipula la partida con pura magia.

El corazón de Magic son los cinco colores de maná, cada uno con su propia personalidad. Podés armar mazos de un solo color o mezclarlos para crear estrategias únicas.

Defensa, protección y cooperación. Ideal si te gusta la armonía y construir ejércitos organizados.

El color cerebral. Neutraliza jugadas del rival y gana con paciencia. Si disfrutás de tener todo bajo control, este es tu estilo.

Arriesgado, oscuro y poderoso. Sacrificás recursos para ganar ventaja. Perfecto si no te tiembla la mano al perder algo para ganar más.

Explosivo y rápido. Criaturas veloces y rayos que van directo a la cara. Ideal si querés terminar la partida en pocos turnos.

El color de la naturaleza. Bestias gigantes y fuerza pura. Si te gusta aplastar con criaturas, no hay mejor elección.

Generan el maná que necesitas para jugar tus cartas. Son la batería del juego.

Son quienes atacan y defienden. Desde pequeños elfos hasta dragones imponentes.

Entran, hacen lo suyo y se van. Pueden dañar, robar cartas o destruir.

Se quedan en mesa, dando ventajas o complicando al rival.

Cartas especiales que representan poderosos magos que luchan a tu lado.

1. Preparar tu mazo: mínimo 60 cartas.
2. Robar tu mano inicial: 7 cartas por jugador.
3. Turnos: cada turno incluye bajar tierras, lanzar hechizos, atacar y defender.
4. Condiciones de victoria: lo común es llevar al rival a 0 vidas, pero también podés ganar si se queda sin cartas.

Al principio parece mucho, pero la clave es jugar y dejar que las reglas se graben solas.

Un Starter Kit trae dos mazos listos para jugar y una guía rápida. En mi experiencia, es la mejor manera de entender el juego en dos partidas.

Disponible en computadora y celular. Te enseña paso a paso, desbloqueás cartas mientras jugás y podés practicar sin gastar.

• No intentes aprender todo de golpe: jugá y vas a memorizar solo.
• Probá distintos colores hasta encontrar el que más te guste.
• Guardá tus cartas raras: algunas suben mucho de valor con el tiempo.

• Criaturas baratas + hechizos de daño directo (Shock, Lightning Strike).
• Perfecto para aprender curvas de maná y cálculo de daños.

• Elfos aceleradores + criaturas enormes.
• Aprendés a generar ventaja con criaturas gordas.

• Criaturas pequeñas con sinergias de ganar vida.
• Muy bueno para practicar bloqueos y defensa.

• Criaturas voladoras + contrahechizos básicos (Cancel, Essence Scatter).
• Te enseña a jugar con paciencia.

• Remoción barata + criaturas que vuelven del cementerio.
• Te obliga a pensar en recursos y tiempos.

• Velocidad de rojo + criaturas gordas de verde.
• Partidas dinámicas y fáciles de pilotear.

Todos estos estilos existen en mazos preconstruidos. Mi recomendación: empezar con un Starter Kit y luego experimentar con colores que te diviertan más.

• Standard: usa cartas recientes.
• Commander: mazos de 100 cartas con un líder legendario.
• Draft/Sellado: abrís sobres y armás tu mazo en el momento.

Magic tiene una comunidad enorme. Podés empezar en tu casa, en tiendas locales y hasta llegar a torneos internacionales.

Algunas cartas se vuelven valiosas con el tiempo, lo que añade emoción a cada sobre que abrís.

Magic: The Gathering es mucho más que un juego: es estrategia, creatividad y comunidad. En mi caso, empecé jugando digital en Arena y después con un Starter Kit físico, y esa mezcla me enganchó para siempre.

Si querés entrar al multiverso, la mejor forma es simple: jugá, probá colores y dejate atrapar. Siempre habrá algo nuevo por descubrir.